Salud intestinal: La clave para una producción porcina sostenible y eficiente
El tracto gastrointestinal (TGI) de los cerdos desempeña un papel crucial sobre su salud general, su productividad y su bienestar. No solo es responsable de la digestión y absorción de nutrientes, sino que también alberga una compleja comunidad microbiana que cumple funciones esenciales tanto a nivel inmunitario como fisiológico.
En este contexto, es fundamental comprender en detalle qué es y qué implicancias tiene la salud intestinal, ya que esto establece el punto de partida para desarrollar estrategias orientadas a potenciar el rendimiento productivo de los cerdos. Además, dada la creciente inquietud en torno a la resistencia microbiana, fomentar la salud intestinal indudablemente posibilitaría la reducción del consumo de antimicrobianos.
La salud intestinal está estrechamente vinculada al concepto de homeostasis, lo que se refiere a un equilibrio dinámico entre las células, la microbiota y el ambiente intestinal. Sin un intestino saludable, la presencia de cerdos en buen estado de salud resulta imposible; y sin un óptimo estado de salud, su rendimiento se ve significativamente afectado, con consecuencias negativas tanto a nivel productivo como económico.
En este sentido, se deben definir e implementar medidas que permitan la modulación de la microbiota, buscando establecer un equilibrio en el cual los microorganismos benéficos prevalezcan sobre los patógenos. Una estrategia efectiva consiste en la inclusión de aditivos alimentarios, tales como prebióticos, probióticos, postbióticos, enzimas y/o fitobióticos, los cuales brindan las condiciones necesarias para que esto suceda.
La razón que justifica este proceder es que la microbiota benéfica desempeña funciones tanto directas como indirectas que impactan positivamente en la salud intestinal. En términos directos, reduce la incidencia de infecciones provocadas por patógenos mediante dos mecanismos principales: la exclusión competitiva y la acción antimicrobiana directa. Por otro lado, de manera indirecta, contribuye a la preservación del epitelio intestinal al proporcionar energía en forma de ácidos grasos de cadena corta.
La integridad del epitelio intestinal reviste un carácter fundamental desde una perspectiva inmunitaria y metabólica, constituyendo una barrera física contra patógenos y toxinas, y actuando activamente en la digestión y absorción de nutrientes, respectivamente.
En resumen, la salud intestinal emerge como un elemento clave en virtud de la productividad y la rentabilidad de la industria porcina. Su incidencia a nivel metabólico e inmunitario demuestra la necesidad imperativa de implementar todas las medidas necesarias para su aseguramiento, lo cual propicia el desarrollo de una producción porcina sostenible.
Referencias
- Adewole, D. I., Kim, I. H., & Nyachoti, C. M. (2016). Gut health of pigs: challenge models and response criteria with a critical analysis of the effectiveness of selected feed additives—a review. Asian-Australasian journal of animal sciences, 29(7), 909.
- Fouhse, J.M.; Zijlstra, R.T.; Willing, B.P. The role of gut microbiota in the health and disease of pigs, Animal Frontiers, Volume 6, Issue 3, July 2016, Pages 30–36, https://doi.org/10.2527/af.2016-0031
- Liao, S.F.; Nyachoti, M. Using probiotics to improve swine gut health and nutrient utilization. Anim Nutr. 2017 Dec;3(4):331-343. doi: 10.1016/j.aninu.2017.06.007
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