Carnecast #67 - Ganadería en Patagonia: desafíos y estrategias en ambientes extremos - M.Sc. Demian Ceballos

La ganadería en la Patagonia presenta desafíos únicos debido a las condiciones climáticas extremas, la limitada disponibilidad de forraje y la fragilidad de los ecosistemas productivos. En esta región, caracterizada por inviernos prolongados, fuertes nevadas y suelos con baja capacidad productiva, el manejo nutricional se convierte en un pilar fundamental para garantizar la sostenibilidad del rodeo. Superar estos desafíos requiere de una planificación minuciosa, un uso eficiente de los recursos forrajeros disponibles y la implementación de estrategias de suplementación adaptadas a sistemas extensivos.

Uno de los principales obstáculos en la producción ganadera patagónica es la baja producción de materia seca por hectárea, que en algunas áreas áridas puede ser inferior a 150 kg anuales. Esto limita significativamente la capacidad de carga de los campos y obliga a los productores a planificar con anticipación la provisión de forraje para los meses más críticos del año. Según el M.Sc. Demian Ceballos, especialista en producción animal del INTA Esquel, "las reservas forrajeras son clave en sistemas extensivos, sobre todo para enfrentar el invierno." Esta afirmación refleja la importancia de contar con estrategias de manejo forrajero que permitan sostener la producción incluso en épocas de escasez.

Las reservas forrajeras, como pasturas diferidas y mallines bien manejados, son esenciales para asegurar la disponibilidad de alimento durante el invierno. Los mallines, pequeñas áreas húmedas dentro de los campos extensivos, permiten una mayor producción de pasto debido a la presencia de agua subterránea, lo que los convierte en un recurso estratégico. "Siempre que evaluamos un campo, una de las primeras preguntas es cuántos mallines tiene, porque sabemos que son el pulmón productivo en estos sistemas," destaca Ceballos, resaltando su papel fundamental en la planificación forrajera.

En estos sistemas extensivos, donde el manejo diario del ganado puede ser complejo debido a las distancias y condiciones climáticas, la suplementación se transforma en una herramienta indispensable para mantener el rendimiento productivo. El uso de suplementos como probióticos y biosales ha demostrado ser eficaz para mejorar la digestibilidad de forrajes de baja calidad, optimizando la eficiencia de conversión y permitiendo que los animales mantengan su peso corporal incluso en condiciones adversas. "Hemos visto mejoras significativas en la eficiencia de conversión con dosis adecuadas de biosales" señala Ceballos, quien ha liderado investigaciones en esta área.

La implementación de sistemas de autoconsumo facilita la distribución de suplementos en grandes extensiones de terreno, reduciendo la necesidad de intervención diaria por parte del productor. Estos sistemas permiten que los animales accedan al suplemento de forma controlada, lo que resulta fundamental en condiciones donde el acceso regular al rodeo puede verse limitado por factores climáticos. "En Patagonia, no siempre podés llegar todos los días al rodeo, por eso los sistemas de autoconsumo son claves para mantener la suplementación constante," explica el especialista.

Además, el uso de tecnologías avanzadas, como comedores electrónicos, permite regular de manera individual la cantidad de suplemento que recibe cada animal según su estado corporal. Esta precisión en la suplementación no solo optimiza el uso de los recursos disponibles, sino que también contribuye a una mejor gestión de la salud y el bienestar del rodeo. "Con este tipo de tecnología, podemos dosificar el suplemento de forma personalizada, lo que mejora tanto la eficiencia como el control del manejo," comenta Ceballos.

Mantener la productividad en la ganadería patagónica implica una combinación de estrategias que integran el manejo forrajero, la suplementación eficiente y la adopción de tecnologías adaptadas a entornos desafiantes. La planificación de reservas forrajeras, el uso de aditivos que mejoran la digestibilidad del forraje y la implementación de sistemas de autoconsumo y tecnologías de precisión permiten a los productores enfrentar con éxito las condiciones extremas de la región.

Estos enfoques no solo contribuyen a la sostenibilidad de la producción, sino que también mejoran la resiliencia de los sistemas ganaderos frente a contingencias climáticas, asegurando la continuidad productiva incluso en los inviernos más duros. Como concluye Ceballos: "La clave está en anticiparse al problema. No podemos esperar a que la nieve tape el forraje para recién pensar en cómo suplementar."

Conoce a nuestro invitado:

M.Sc. Demian Ceballos

Formación académica:

• Ingeniero Agrónomo, Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)
• Magíster en Producción Animal, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de Mar del Plata (Argentina)

Experiencia actual:

• Investigador, Estación Agroforestal INTA Esquel (Argentina) 

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