Agua: Un nutriente clave frecuentemente olvidado

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El agua es un nutriente esencial, a menudo olvidado, pero crucial para obtener buenos parámetros productivos. Su consumo es fundamental para el correcto desempeño de los cerdos, con una relación de 2,5:1 de alimento-agua, aunque esta proporción varía según la fase de producción. La evaluación del agua es clave en todas las granjas porcinas y debe basarse en tres aspectos principales: cantidad, calidad y temperatura. Es necesaria una correcta toma de muestras, la cual debe realizarse tanto en la fuente principal como en cada galpón (al inicio y final de la línea de agua).

     1. Cantidad

Los cerdos dedican poco tiempo al día a consumir agua: los lechones unos 4 minutos y las cerdas alrededor de 9 minutos. Por ello, es fundamental disponer de un buen caudal de agua para que los cerdos, independientemente de su categoría, puedan consumir agua en cantidades óptimas. Los cerdos comen porque beben agua: un consumo adecuado de agua mejora la ingesta de alimento y, a su vez, la digestibilidad de los nutrientes de la dieta. Además, la falta de acceso al agua durante períodos prolongados puede provocar envenenamiento por sal.

     2. Calidad

La buena calidad del agua es vital para prevenir problemas entéricos y mantener un buen desempeño productivo, donde la fuente de contaminación puede ser el reservorio de agua o la presencia de tuberías y líneas de agua con mala higiene. Semestralmente, se deben evaluar los sólidos disueltos totales (SDT) y el pH del agua.

Los principales aspectos a considerar sobre la calidad del agua son:

     A. Presencia de microorganismos contaminantes: agentes como Escherichia coli, Salmonella spp., Vibrio cholerae, Leptospira spp., protozoarios, entre otros. La evaluación de coliformes totales y fecales es clave, siendo esto último indicativo de contaminación reciente. Su valor debe ser inferior a 1000 organismos/100 ml de agua.

     B. pH: debe ser al menos de 6, siendo óptimo alrededor de 4. Un pH alto (> 7) disminuye la acción del cloro como bactericida y un pH demasiado bajo (< 4) compromete la vida útil de las tuberías y equipos.

     C. Sólidos disueltos totales (SDT): indica la concentración de calcio, magnesio, sodio, cloro, bicarbonato y azufre. Un valor alto de SDT es indicativo de mala calidad de agua, lo que puede afectar el desempeño animal, reduciendo la ganancia diaria de peso y el consumo de alimento, empeorando la conversión alimenticia. 

 

     D. Dureza: indica la concentración de calcio y magnesio. Aunque no afecta directamente el desempeño animal, puede obstruir bebederos, dificultando el consumo adecuado de agua.

     E. Sulfatos: tienen efectos laxativos, afectando principalmente a los lechones lactantes y postdestete.

     F. Nitritos: pueden causar cianosis en los cerdos e interferir en el metabolismo de la vitamina A.

     G. Cloro: representa un recurso sumamente valioso debido a su alta efectividad y bajo costo, actuando como promotor de crecimiento en cerdos de todas las edades gracias a su efecto bactericida y bacteriostático contra patógenos como Escherichia coli y Salmonella spp. Su presencia debe evaluarse con un ORPmeter, debiendo lograr que el agua contenga entre 3 y 5 ppm de cloro en todas las fases productivas, con un ORP de 650 a 700 mV. Estos valores permiten maximizar la presencia de ácido hipocloroso (HOCl), que tiene un mayor efecto bactericida que el ion hipoclorito (OCl-).

¿Por qué es fundamental disponer de agua de calidad? Para evitar problemas productivos como diarrea en lechones lactantes y postdestete, cistitis, nefritis, problemas reproductivos, síndrome MMA y diarrea en la fase de terminación, entre otros.

  1.  Temperatura

La temperatura óptima del agua varía según la fase de producción: para lechones es de 25°C y para cerdas de 12-15°C. En todos los casos, nunca debe superar los 25°C. Una temperatura elevada disminuye el consumo de agua, afectando el desempeño productivo. Además, el agua actúa como elemento de refrigeración: ante altas temperaturas ambientales, los cerdos incrementarán su consumo de agua para mantener la homeostasis corporal.

Conclusiones

En muchas granjas, el agua no recibe la atención que merece. Es esencial disponer de agua en cantidad, calidad y temperatura adecuadas para no comprometer el desempeño productivo y evitar variaciones en los resultados obtenidos. Evaluar el agua en la fuente y en cada galpón es crucial, siendo la cloración un método eficiente y económico para asegurar su calidad para el consumo de los cerdos.

Ante cualquier consulta, no dude en solicitar soporte del Equipo Técnico Porcino de Provimi, que dispone del conocimiento y el equipamiento necesario para realizar una evaluación integral del recurso hídrico en su granja.

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 *Artículo técnico editado por Nettius para Provimi*

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