La nutrición: Piedra angular para la precisión y eficiencia en la industria porcina

La nutrición en una granja porcina es una cuestión constantemente analizada debido a su notable impacto en el costo total de producción, representando entre el 60 y el 75% del mismo. En este contexto, el diseño de un programa nutricional adaptado a las condiciones productivas específicas de cada sistema, que incluye aspectos como la genética, las condiciones ambientales y edilicias, el estado sanitario y las estrategias de manejo, es un desafío de gran complejidad. Esto se debe no solo a la naturaleza variable de los factores mencionados, sino también a la propia complejidad de la nutrición. Por este motivo, el conocimiento profundo de los principios de la nutrición porcina, incluyendo los requerimientos nutricionales por categoría, la formulación de las dietas y las estrategias de alimentación, es esencial para lograr una productividad que garantice la rentabilidad y la continuidad de cualquier empresa porcina a lo largo del tiempo.

Requerimientos nutricionales: más que simples valores numéricos

Los requerimientos nutricionales representan la cantidad de nutrientes que los cerdos necesitan para satisfacer sus necesidades de mantenimiento y producción. Si estos no se cumplen, los animales mostrarán un desempeño deficiente, comprometiendo el óptimo funcionamiento de la granja. Por ello, es crucial formular correctamente cada dieta para optimizar la productividad, teniendo sumamente presente la variable económica determinante del costo y rentabilidad.

En las granjas porcinas, aunque se trabaja con individuos, todas las estrategias implementadas se establecen con una visión poblacional, considerando a los cerdos en su conjunto. Esto incluye las recomendaciones nutricionales, que se determinan en base a los requerimientos de un animal promedio dentro de la población. Sin embargo, dado que los requerimientos varían entre individuos, estas recomendaciones pueden no satisfacer las necesidades de un cierto porcentaje de la población. Por ello, se suelen establecer márgenes de seguridad para cubrir las necesidades del mayor número posible de animales.

Los requerimientos nutricionales pueden desglosarse en dos pilares: el potencial de desempeño productivo y el nivel de ingesta de alimento. Cuanto mayor sea el potencial de un animal, mayores serán sus requerimientos, y para cubrir estos requerimientos se necesita un nivel de ingesta adecuado. La concentración de nutrientes en la dieta también es un factor crucial; si es demasiado baja, el rendimiento animal será subóptimo, mientras que si es demasiado alta, aumentarán los costos del alimento y el nivel de excreción de nutrientes al medioambiente, lo que puede tener implicaciones económicas y ambientales sumamente negativas. En este contexto, cualquier factor que influya en el potencial productivo y la ingesta de alimento de los cerdos afectará sus requerimientos nutricionales. Por eso la nutrición es tan compleja, porque está influenciada por un sinfín de variables, tanto intrínsecas como extrínsecas a los animales, como la genética, el género, las condiciones ambientales, el estado de salud, la variabilidad de las materias primas, entre muchas otras.

¿Cómo pueden ser estimados los requerimientos nutricionales? Existen dos métodos que son los más utilizados: el factorial y el empírico.

El método factorial, tradicionalmente utilizado por instituciones como el National Research Council (NRC) y la Fundación Española para el Desarrollo de la Nutrición Animal (FEDNA) para la elaboración de tablas de recomendaciones universales, se basa en la estimación de los requerimientos nutricionales a partir de ecuaciones que engloban los requerimientos de mantenimiento y producción de un individuo promedio de la población, la cuales son función del peso corporal y la productividad de dicho animal.

Por otra parte, dentro de los distintos estudios posibles del método empírico, el estudio de dosis-respuesta es el más popular. Este consiste en probar distintos niveles de nutrientes en una población determinada para así determinar, mediante análisis estadístico, el nivel que maximiza el rendimiento animal.

Formulación de la dieta: el ABC del éxito

Una vez determinados los requerimientos nutricionales de la población animal objetivo, el siguiente paso es formular correctamente las dietas a suministrar. Esto implica diseñar un plan nutricional que, tras cumplir con todos los estándares de calidad necesarios durante la fabricación en la planta de alimento balanceado y alcanzar los niveles de ingesta esperados por los animales en las instalaciones, logre cubrir los requerimientos.

Para realizar una formulación adecuada, se deben seguir cinco pasos fundamentales, ordenados de mayor a menor importancia:

1. Determinación del nivel de energía

Representa el primer y más importante paso en la formulación de las dietas porcinas, ya que la energía tiene un impacto directo y significativo en diversos parámetros de producción de gran importancia, como el costo de la dieta, la tasa de crecimiento y las características de la canal. Por este motivo, la inclusión del resto de los nutrientes se ajusta en función de la concentración energética de la dieta.

2. Determinación del ratio lisina:caloría

Se debe determinar la proporción de lisina digestible ileal estandarizada (Lys SID) por caloría para asegurar que los cerdos reciban la cantidad adecuada de lisina, incluso en dietas que varían en densidad energética. Esto es crucial debido a que los cambios en la densidad energética de la dieta afectan tanto la ingesta de alimento como la tasa de crecimiento de los cerdos.

 3. Determinación del ratio aminoácidos:lisina

La lisina es un aminoácido esencial, lo que significa que el organismo no puede sintetizarlo por sí mismo. Dado que suele ser limitante en las dietas porcinas y es crucial para la síntesis de proteínas, los requerimientos de otros aminoácidos suelen expresarse en función de los requerimientos de lisina. Esta relación tiene la ventaja de poder aplicarse a lo largo de cada etapa de crecimiento, ya que los requerimientos de aminoácidos tienden a mantenerse relativamente constantes, durante cada etapa, en relación con la lisina.

 4. Determinación de fósforo y relación fósforo:calcio

El fósforo desempeña un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo de los cerdos, por lo que su requerimiento debe ser completamente cubierto de manera precisa, evitando tanto deficiencias como excesos. El exceso de fósforo no solo conlleva un costo innecesario, sino también un aumento del impacto ambiental en el sistema productivo. Por otro lado, el calcio influye significativamente en la absorción y retención del fósforo dietético en el organismo, por lo que su inclusión en la dieta suele establecerse en relación con el fósforo disponible mediante una proporción fósforo:calcio adecuada.

5. Determinación de niveles de inclusión de minerales, vitaminas y otros ingredientes

Una vez completados los pasos anteriores, es crucial determinar la proporción de inclusión de los demás ingredientes dietéticos, ya que su falta o exceso podría afectar el rendimiento animal, la rentabilidad del sistema productivo y/o tener un impacto negativo a nivel ambiental.

Dieta y economía: ¿Qué conceptos económicos considerar?

Al inicio de este artículo mencionamos el significativo impacto que la alimentación tiene en el costo total de producción de cualquier sistema productivo porcino. Sin embargo, ¿Cómo se puede realmente cuantificar el valor económico de un programa nutricional?

1. Costo de alimentación:

Es un método sencillo que calcula el costo de un programa nutricional sumando los costos individuales de cada componente de la dieta. Permite comparar económicamente un programa nutricional con otro en función de sus respectivos costos. Sin embargo, este método solo es aplicable cuando no se esperan cambios en el rendimiento de los cerdos asociados con la nutrición, lo cual rara vez ocurre debido a que las variaciones en los ingredientes utilizados o en sus niveles de inclusión suelen afectar el desempeño animal.

2. Costo de alimentación por kg de ganancia de peso:

Se calcula multiplicando la eficiencia alimentaria por el costo por kilogramo de una dieta específica. Este método es especialmente útil para comparar programas nutricionales cuando se espera un cambio en la eficiencia alimentaria pero no en la tasa de crecimiento de los cerdos.

3. Ingreso sobre costo de alimentación:

Se obtiene al restar el costo de alimentación de los ingresos, generalmente calculados por cada cerdo. Los ingresos se determinan multiplicando la ganancia total de peso por el precio del peso vivo, mientras que el costo de alimentación se calcula multiplicando el costo del alimento por el consumo total. También se puede agregar el costo de las instalaciones para calcular el beneficio sobre el costo de alimentación e instalaciones. Esta métrica es invaluable para comparar programas nutricionales cuando se espera un cambio tanto en la eficiencia alimentaria como en la tasa de crecimiento de los cerdos.

En conclusión,

• Los requerimientos nutricionales no son simplemente cifras numéricas; son la base fundamental para alcanzar tasas de crecimiento óptimas. Determinarlos correctamente es el primer paso crucial para optimizar tanto la productividad como la rentabilidad de las granjas porcinas.
• La formulación de la dieta siguiendo un orden secuencial, que comienza con la determinación de los niveles de energía y culmina con los niveles de inclusión de minerales y vitaminas, es fundamental para cubrir adecuadamente las necesidades nutricionales de los cerdos.
• La valoración económica de un programa nutricional debe realizarse seleccionando el método comparativo adecuado según los objetivos perseguidos del análisis y considerando si se esperan cambios en la eficiencia alimentaria y la tasa de crecimiento de los cerdos.

Referencias

• Menegat, M.; Goodband, R.; DeRouchey, J.; Tokach,  M.; Woodworth, J.; Dritz, S. (2019). Kansas State University Swine Nutrition Guide: Swine Nutrient Requirements.
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• Simongiovanni A.; Le Gall, E.; Primot, Y.; Corrent, E. (2012). Estimating amino acid requirements through dose-response experiments in pigs and poultry. Ajinomoto Eurolysine Technical Note