Luz en ponedoras ¿la estamos manejando correctamente?
La duración del día, la intensidad lumínica, el espectro de color y la calidad de la fuente de luz influyen de manera significativa en el desarrollo y la productividad de las aves.
Introducción
La iluminación juega un papel crucial en la regulación de numerosos procesos fisiológicos y comportamentales en las aves. Es esencial para la visión, influyendo tanto en la agudeza visual como en la discriminación de colores (Manser, 1996). La luz permite que las aves establezcan ritmos biológicos y sincronicen una variedad de funciones vitales, incluyendo la regulación de la temperatura corporal y diversos procesos metabólicos que facilitan la alimentación y la digestión. Además, desempeña un papel importante en la estimulación de la secreción de varias hormonas que controlan en gran medida el crecimiento, la maduración y la reproducción. Por lo tanto, es crucial manejar este factor, para controlar el comportamiento, evitar la producción estacional de huevos, sincronizar el inicio de la producción y mejorar la productividad.
¿Qué programa usamos..?
No hay una sola respuesta a esta pregunta, ya que los programas de iluminación se adaptan al sistema productivo en cuestión y a la etapa que está transitando el ave. Los sistemas productivos tipo “tradicional”, que cuentan con cortinas claras (que dejan pasar la luz) o paredes laterales abiertas, se encuentran limitadas en cuanto a las opciones de iluminación y los usuarios se ven obligados a diseñar programas adaptados a las restricciones impuestas por la luz natural y su duración. Por otro lado, los sistemas productivos tipo “dark house” o “black out” permiten establecer sistemas de iluminación que controlan la intensidad, duración y longitud de onda durante todo el período de cría y producción.
Cada sistema, ya sea tradicional o aquellos de mayor control ambiental, requiere enfoques específicos en cuanto a la iluminación. Lo importante a saber es que la luz, como factor ambiental, consta de aspectos diferentes a manejar: intensidad, duración y longitud de onda.
En lo que concierne al ave, resulta necesario fijar el objetivo del programa de iluminación para cada etapa del animal. En la etapa de cría/recría el objetivo primordial es lograr un óptimo crecimiento evitando la estimulación lumínica. Por otro lado, el programa de iluminación diseñado para estimular la producción se implementa con el propósito de iniciar la puesta, siempre y cuando las aves estén bien desarrolladas y con el peso de tabla según su línea genética. Y por último el programa utilizado en producción nunca debe ser decreciente, siempre constante con el objetivo de mantener la producción estable.
Horas de luz necesarias
Las aves, a medida que se acercan a la madurez sexual, aumentan su sensibilidad a la fotoestimulación. Cuando los días se van alargando, se activan foto receptores en la glándula pineal e hipotálamo, los cuales regulan la secreción de hormonas involucradas en la producción de huevos. En este contexto, como regla general, se puede decir que las aves en su período de recría (entre la semana 8 y 16 poseen una alta sensibilidad al aumento de las horas de luz) requieren de un manejo del fotoperiodo decreciente o constante para evitar un inicio prematuro de la puesta (Figura 1). De lo contrario, si experimentan en esta etapa un aumento en el fotoperiodo, pueden iniciar la producción sin haber alcanzado un peso corporal adecuado y con una reserva insuficiente de calcio en los huesos medulares.
Entonces, para ejemplificar y establecer cuántas horas de luz hay que proporcionar en un galpón abierto (tradicional), resulta necesario conocer:
- El Fotoperiodo natural (horas del día) durante el periodo de recría de las aves. Esto varía de acuerdo a la época del año y la latitud donde se encuentre el establecimiento. También, resulta primordial determinar si el fotoperiodo es creciente o decreciente durante esta etapa.
En la Figura 1 se muestra la variación del fotoperíodo natural a una latitud de 64° S 10' W. En este ejemplo, las aves nacieron el 20 de diciembre, coincidiendo su recría o etapa más sensible, con un fotoperíodo natural que va en declive.
- Determinar la cantidad de horas mínimas que tendrán las aves durante la etapa más fotosensible del ave (8 a 16 semanas). Estando estas horas mínimas, sujetas al fotoperiodo natural.
- Determinar cuantos minutos por semana se va a disminuir hasta llegar a la duración mínima establecida. Puede ser una reducción semanal lenta (de 30-60 min), estándar (120 min) o rápida (180 min), lo que afectará el inicio de la madurez sexual y la cantidad y tamaño de los huevos producidos. En relación con la estándar, una reducción más rápida de horas por semana podría llevar a un inicio de madurez sexual más temprano con una mayor cantidad de huevos, aunque más pequeños. Por otro lado, una reducción más lenta podría resultar en una madurez más tardía pero con huevos más grandes.
Cabe destacar que durante la primera semana de vida, es esencial asegurar que las pollitas reciban suficiente luz para adaptarse al entorno. Se les proporciona entre 22 y 23 horas de luz diarias. Dependiendo del objetivo y al tipo de galpón, se pueden implementar programas de iluminación intermitente que alternan entre ciclos de luz y oscuridad (galpones a prueba de luz). A medida que avanza la primera semana, se va reduciendo gradualmente el número de horas de luz hasta alcanzar el mínimo establecido en el programa.
No olvidemos la intensidad
La intensidad de la luz cumple también un rol relevante en los programas de iluminación. Lo importante aquí es poder medirla y lograr cierta uniformidad dentro del galpón. Una intensidad de luz menor a 5 lux es demasiado baja para estimular el crecimiento y una producción apropiada. Estudios llevados a cabo demuestran que una intensidad de 1 lux provoca una reducción en la producción de huevos y persistencia en la puesta en comparación con aves con 50 ó 500 lux (Renema R.A. et al., 2001). Sin embargo, una intensidad mayor a 50 lux puede causar nerviosismo y un comportamiento anormal, además de reducir el tamaño y la masa total de huevos producidos.
Según el boletín técnico “Entendiendo la luz en Avicultura” de Hy Line 2017, la recomendación estándar para aves en crecimiento en crianza es de 2 a 3 semanas a 30–50 lux , para disminuir a 10–15 lux (hasta las 14 semanas). Dos semanas antes del traslado a los galpones de producción, se aumenta gradualmente la intensidad hasta alcanzar los niveles recomendados para el galpón de postura (30 lux).
¿Longitud de onda..?
A diferencia de los humanos, las aves son altamente sensibles y responden a un espectro lumínico diferente, debido probablemente a que cuentan con cuatro tipos de conos en la retina del ojo. A pesar de que tanto los humanos como las aves tienen máxima sensibilidad en una parte similar del espectro (545-575 nm), es probable que las aves perciban la luz de varios tipos de lámparas a una intensidad diferente de la de los humanos, ya que son más sensibles a las partes azul y roja del espectro.
Las aves tienen la capacidad de percibir la radiación ultravioleta (UV) (Rajchard, 2009; Lewis & Morris, 2000) la cual está compuesta por las longitudes de onda más cortas 100-400 nanómetros (nm) del espectro de radiación electromagnética y se divide en 3 partes: UVA (315-400 nm), UVB (280-315 nm) y UVC (100-280 nm) (Rana y Campbell, 2021). La luz UV (UVA y UVB) puede ser utilizada como una herramienta de manejo para mejorar el bienestar y la salud de las aves, mientras que las longitudes de onda de UVC pueden ser utilizadas contra infecciones virales transmitidas por el aire, aunque su exposición continua puede ocasionar daños oculares (Lewis y Gous, 2009; Rana y Campbell, 2021).
Sin embargo, la iluminación utilizada en entornos avícolas comerciales no siempre tiene en cuenta estas “herramientas” potenciales. A menudo, las luces diseñadas para la crianza de aves están basadas en las especificaciones humanas y carecen del espectro ultravioleta necesario para satisfacer plenamente las necesidades lumínicas de las gallinas (Benson et al., 2013; Rana & Campbell, 2021).
Los iluminantes comúnmente utilizados para producir luz de colores, como las lámparas incandescentes y fluorescentes, tienen un amplio espectro de emisión. Sin embargo, esto no se aplica a los diodos emisores de luz (LED), disponibles en diversas presentaciones (Rozenboim et al., 1998). Los LED emiten luz monocromática y presentan múltiples ventajas sobre los iluminantes tradicionales, tales como una alta eficiencia energética, una prolongada vida útil, una elevada confiabilidad y bajos costos de mantenimiento.
Existen en el mercado luces LED que tienen la particularidad de cambiar el espectro durante el día; por ejemplo al 5 % de potencia, presentan un color rojizo y al aumentar la potencia al 100 %, el color pasa a ser blanca. Al cambiar el color (el espectro cromático) de la luz emitida, es posible modificar el comportamiento de las aves. También existe la posibilidad de contar con tubos LED con distintos colores con un solo tubo.
Se ha documentado que las aves responden de manera distinta a la iluminación blanca y roja, mostrando variaciones en su comportamiento, particularmente en cuanto a la agresividad, medida por la frecuencia de picoteos y vocalizaciones. Se ha observado que la luz roja reduce la agresividad en comparación con la luz blanca, mientras que la luz verde se ubica en una posición intermedia (B. Huber-Eicher, A. Suter & P. Spring-Stähli, 2013).
También se ha constatado que la luz verde estimula el crecimiento en las aves en etapas tempranas de crecimiento (Halevy et al., 1998). Sin embargo, cuando las aves se acercan al momento de la madurez sexual, las longitudes de onda largas (naranja-rojo) aumentan el crecimiento y son efectivas para estimular las vías hormonales sexuales que culminan en la producción de huevos (H.A. Olanrewaju et al., 2006). (Figura 2)
CONSIDERACIONES PRÁCTICAS FINALES
- A través de programas de luz bien ejecutados, se puede ajustar el inicio de postura de acuerdo a los objetivos de la empresa; ya sea para alcanzar mayor cantidad de huevos o huevos de mayor tamaño.
- Situaciones con lotes desuniformes, es decir con aves fuera del rango deseado se recomienda posponer el incentivo de luz. Esto se hace con el fin de lograr mejores pesos y una mayor uniformidad en el lote. De esta manera, es posible obtener una mejor producción y huevos de mayor tamaño.
- En áreas con climas cálidos o altas temperaturas, es frecuente observar un menor consumo de alimento por parte de las aves. Por lo tanto, se aconseja reducir progresivamente las horas de luz semanales hasta alcanzar el mínimo establecido en el programa de iluminación. Esto garantizará que las aves dispongan de más tiempo para alimentarse adecuadamente.
- Al hacer el incentivo, la suplementación de luz se debe realizar una parte por la mañana y una cercana al anochecer.
- Una vez iniciada la producción se debe mantener constante la cantidad de horas de luz (natural + artificial = 16 horas aprox), lo mismo que la intensidad.
Fuente:
Md Sohel Rana, Caroline Lee, Stephen W. Walkden-Brown, Dana L.M. Campbell, (2014). Effects of ultraviolet light supplementation on hen behaviour and welfare during early lay. Applied Animal Behaviour Science, 106235. https://doi.org/10.1016/j.applanim.2024.106235.
A.V. Mendoza, S. Weimer, Z. Williams. Can UV light induce movement in cage-free laying hens? (2023). Journal of Applied Poultry Research, Volume 32, Issue 3. https://doi.org/10.1016/j.japr.2023.100350.
H.A. Olanrewaju , J.P. Thaxton , W.A. Dozier III , J. Purswell , W.B. Roush & S.L. Branton (2006). A Review of Lighting Programs for Broiler Production. International Journal of Poultry Science, Volume 5, Issue 4, Pages 301 - 308.
I Rozenboim, E Zilberman, G Gvaryahu. (1998). New monochromatic light source for laying hens. Poultry Science, Volume 77, Issue 11, Pages 1695-1698, https://doi.org/10.1093/ps/77.11.1695.
P.D. LewisP.D. LEWIS & T.R. MorrisT.R. MORRIS (2000).Poultry and coloured light. World's Poultry Science Journal, 56:3, 189-207, DOI: 10.1079/WPS20000015.
I Rozenboim, I Biran, Y Chaiseha, S Yahav, A Rosenstrauch, D Sklan, O Halevy (2004) . The effect of a green and blue monochromatic light combination on broiler growth and development. Poultry Science, Volume 83, Issue 5, Pages 842-845, https://doi.org/10.1093/ps/83.5.842.
R.A. Renema, F.E. Robinson, J.J.R. Feddes, G.M. Fasenko, M.J. Zuidhoft (2001). Effects of Light Intensity from Photostimulation in Four Strains of Commercial Egg Layers: 2. Egg Production Parameters. Poultry Science, Volume 80, Issue 8, Pages 1121-1131. https://doi.org/10.1093/ps/80.8.1121.
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